«Si yo fuera tú…»

El otro día una amiga se me queda mirando, ladea la cabeza y me dice: «Yo me cortaría el pelo…» a lo que yo contesté: «Pues córtatelo».

Me hice gracia, oye. Pensé: «Mira, qué rápida he estado…» Y de pronto me di cuenta de que en realidad es lo que deberíamos responder siempre que otra persona nos diga algo que  implica:  «Si yo fuera tú».

El «si yo fuera tú» es la expresión más absurda que existe, porque si tú fueras yo, ya no serías tú, serías yo, con lo cual,  actuarías como yo.

Lo que en realidad le estamos diciendo al otro es: «si Yo fuera Yo en TUS circunstancias haría esto…» Lo que no vemos es que las circunstancias de cada uno dependen de quien sea cada uno. Porque las circunstancias no son hechos objetivos, son la valoración que hacemos de esos hechos. Y la valoración que Yo hago de los hechos vuelve a depender de quién soy YO. Conclusión: nadie podría nunca ser «él mismo» en TUS circunstancias. Porque estar en tus circunstancias implica ser tú. Para él, las circunstancias serían otras.

Por lo mismo, lógicamente, tampoco tiene sentido preguntarle a alguien «¿Tú qué harías si fueras yo…?». La única pregunta realmente interesante es: «¿Qué haría yo si fuera yo?» Sí, reíos. Esa respuesta es obvia. Totalmente de acuerdo. Siempre, claro, que sepas quien eres realmente tú.

A eso deberían ir encaminados todos los esfuerzos. A descubrir quien soy yo. Y a animar a los demás a hacer lo mismo. De modo que si un amigo  nos pide consejo, y realmente queremos ayudarle, deberíamos cambiar el «Si YO fuera TÚ…» por el «Si TÚ fueras TÚ…» y además acabar la frase ahí, sin añadir nada, porque la propia premisa implica que tú no puedes decirle lo que sigue…

Si alguno ha aguantado  hasta aquí, cosa que agradezco en el alma(-: seguro que ha pensado en  la gran frase de Ortega y Gasset: «Yo soy yo y mis circunstancias». Esta frase es muy cierta y muy sabia, pero tal como yo la interpreto, parece referirse sólo a que las circunstancias influyen o incluso son la causa de quién soy yo (con lo que estaría equiparando circunstancias a hechos). Si consideras  que las circunstancias de alguien no se limitan a ser los hechos que le ocurren sino que son la forma en que los interpreta,  esas circunstancias, más que la causa de quien soy yo, serían su consecuencia. De ahí la importancia de responder cuanto antes a la pregunta aparentemente tonta de: » ¿Qué haría yo si fuera YO?»

Publicado en Sin categoría

Hoy  mi conciencia me ha dicho que me haga algo sano de comer. ¡¿Y sabéis qué me he hecho?! la loca. Estoy en un burguer.

Publicado en Sin categoría

Más práctico que el hecho de que tus sueños se conviertan en realidad, es descubrir el hecho de que la realidad es un sueño.

Publicado en Sin categoría

Entrevista programa «30 minutos» Televisión Canaria.

 

Esta es una entrevista que me hicieron en el programa «30 minutos» de la Televisión Canaria, emitida el 8 de marzo de 2013. En ella hablo sobre mi experiencia como guionista y actriz, y aporto mi punto de vista sobre el humor, campo en el que he trabajado mayoritariamente.

Entrevista a Marta González de Vega en TV Canaria en «30 Minutos» el 8 de marzo de 2013

 

Publicado en Sin categoría

Qué bueno…

Acabo de ver una cosa en la tele que me ha parecido maravillosa. En Cuatro, el programa «No sabe, no contesta».

Juanra (presentador): ¿Cómo se conoce a las personas sin pigmentación en la piel?

Señor: Pues hablando con ellas.

Juanra: No, no me ha entendido… me refiero a… que cómo se las llama…

Señor: ¡Ah! Pues… por educación se las debe llamar de usted.

En una primera lectura, es tan gracioso que parece un guión, pero es que encima de lo que me he reído, en una segunda lectura me ha fascinado la sabiduria y bondad de una mente que va por ahí. Es una enseñanza brutal que la mente de alguién ante estas preguntas vaya por donde va… Fascinante! Quería compartirlo…

 

 

Publicado en Sin categoría

Ganamooos!

Me emociona el triunfo de La Roja, y el estallido de energía y sensación de poder que provoca en tantos millones de personas. Me emociona, sin paliativos. Dicen que un instante de felicidad no resuelve los problemas. De acuerdo, pero desde luego no cabe duda de que tampoco los agrava. Eso como mínimo. Y lo que desde luego logra es que desaparezcan de nuestra mente. Sí, momentaneamente. ¿Y qué es la vida sino una sucesión de momentos, cuyo contenido tiene más que ver con los sentimientos que pongamos en ellos que con la realidd objetiva? Si en esa sucesión de momentos que es la vida, gracias al triunfo de la roja, al menos uno de esos momentos se ha convertido en un momento feliz, porque en medio del desánimo hemos conseguido focalizar nuestra energía en emociones como triunfo, orgullo, unión, valor, y sensación de que todo es posible, ya ha valido la pena.

Sólo aquel cuya vida es una sucesión de momentos desagraciados llenos de desánimo sabe el valor de un sólo momento de fe, esperanza y superación de los propios límites aunque esa superación la lleve a cabo a través de otro ser humano, en este caso un futbolista, que además lo hace con el ánimo de que esa persona sienta que lo hace en su nombre.

Pero es que además, creo firmemente que ese efecto mental provocado en cada uno de nosotros puede tener consecuencias en la realidad  si no se queda en la celebración anecdótica y pone en marcha una corriente de energía que apliquemos a nuestra vida diaria. En ese caso, esta victoria sí podría llegar a cambiar la realidad. La energía es lo que mueve el mundo. Y todo acto comienza con las ideas inspiradoras que nos animan a llavarlo a cabo. Gracias a la Roja estas ideas se han despertado en nuestra cabeza y en nuestro corazón.

Siempre que vivimos estas celebraciones masivas, pienso: imaginad lo que se podría conseguir si toda esta pasión, esta energía compartida, este poder, en definitiva, lo utilizáramos para el bien, para algo que realmente cambiara nuestro mundo y no simplemente nos alegrara la noche o la semana. Pero nunca lo pienso desde la decepción de que no sea así, sino desde la esperanza, porque la constatación de que la energía está, me da garantías de que ese sueño ya existe en «potencia».

La materia prima está, y cada uno de estos acontecimientos nos lo recuerda, animámdonos a hacer uso de ella.  Ahora queda que aprendamos a usarla más allá de la mera celebración (que insisto, ya es buena por si misma) y enfocarla en lograr metas aún mayores de transformación social y personal. De momento, que esa energía exista y asome, ya es una alegría, y muy grande. Felicidades a la Roja, y gracias por darle ese momento de felicidad a tantas personas. Primero, y aunque sólo sea por eso, porque muchas de esas personas son incapaces de generar esa felicidad por si mismas ante unas circunstancias demasiado adversas, y segundo, porque abren la puerta a que un porcentaje elevado de esas personas cuyas circunstancias parecen insuperables, de cara al futuro sí que encuentren dentro un entusiasmo que les permita sobreponerse a ellas, y conseguir generar esa felicidad por si mismos cuando lo creían imposible. Igual que era imposible el triplete, hasta que se hizo.

Ese es mi deseo. Que la emoción de La Roja, lejos de alienar… inspire. Y en vez de invitarnos a olvidar nuestros problemas viendo como otro mete gol, nos anime a resolverlos, metiendo el gol nosotros mismos.

Publicado en Sin categoría

Sexo en NY

Chicas, vamos a reconocerlo ya. Nuestra adorada «Sexo en Nueva York» perpetua el mito de Blancanieves esperando al princípe. Lo único es que mientras espera, se tira a los enanitos.

Publicado en Sin categoría